Cuando el rechazo del alimento se presenta, especialmente en niños muy pequeños, lo prioritario es descartar causas orgánicas del rechazo. Puede presentar algún problema de la deglucion a nivel orofaringeo, reflujo gastroesofagico, procesos infecciosos...
En los casos en los que se descarte causas fisicas de deglucion y/o alimentación comienza lo complicado: que hacemos para que el niño coma lo que quiero que coma?? Forzando? Con chantaje?.. Pues no hay un consenso real, los especialistas recomiendan no forzar.
Se ha podido comprobar que en aquellos niños donde las comidas se acompañan de situaciones difíciles, con tensión y estres por el rechazo de las comidas, la dificultad para conseguir la incorporación de nuevos sabores o texturas y normalizar las ingestas se prolonga mas en el tiempo.
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2943861/pdf/nihms209667.pdf
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