Lo más frecuente es que los papas consulten a un especialista a partir del año de edad, cuando la introducción de alimentos sólidos se hace complicada.
A continuación se describen 5 posibles signos que si estuvieran presentes recomendarían visitar a un profesional:
1. Comer para tu hijo no es agradable.
El rechazo a comer, o querer ingerir determinados alimentos debe hacer sospechar que pasa algo. No siempre es porque el niño es caprichoso, puede haber problemas que precisen terapia.
2. Mi hijo no crece mucho
Aunque no esté diagnosticado de un retraso en el crecimiento y la talla se considera dentro de la normalidad. Hay casos en los que se observa un enlentecimiento de la evolución natural. En esos niños es importante llevar un adecuado seguimiento por su pediatra y controlar adecuadamente la ingesta.
3. Todos los niños picotean, verdad?
La verdad es q es una situación habitual entre 1-3 años. Están experimentando con la comida y quieren probar de todo. Se lo toman como un juego y dejan de comer cantidades suficientes de cada plato. Es entonces cuando es importante no favorecer hábitos incorrectos que se puedan mantener posteriormente.
4. Mi hijo come muy bien en el colegio pero en casa no
Por un lado, eso te indica que el niño es capaz de comer bien. El hecho de que en casa no sea tan decidido o que sea mas caprichoso va a depender mas de aspectos conductuales y de estímulos del ambiente. Por ejemplo, hay niños que no pueden comer fuera de casa porque se entretienen fácilmente y no se concentran en la comida.
5. Solo quiere comer sus alimentos favoritos
Que niño no ha pedido para comer "Macarrones con tomate"? En niños, especialmente entre 3-4 años, suele haber una comida que son capaces de comer una y otra vez. El problema es que acaban cansándose también de esos platos... Sería necesario establecer una ruta de introducción de alimentos, siempre de forma agradable y divertida.
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